El propietario de un inmueble, ya sea vivienda o finca, en el cual caigan las ramas de los arboles de otra propiedad puede obligar a su dueño a cortarlas, y si son las raices que penetran en su propiedad puede él mismo cortarlas.
El propietario de un inmueble, ya sea vivienda o finca, en el cual caigan las ramas de los arboles de otra propiedad puede obligar a su dueño a cortarlas, y si son las raices que penetran en su propiedad puede él mismo cortarlas.